Desde joven, casi podríamos decir que desde niño,
Vlady adquirió la costumbre, que con los años
se convirtió en hábito, de autorretratarse. Así, lo mismo en sus
inseparables libretas de apuntes, que en grabados o en pinturas,
el rostro del artista aparece continuamente en su obra.
Vlady realizó autorretratos en todas las épocas de su vida y con
todas las técnicas en las que incursionó, encontrándonos con algunas obras de primer nivel, lo mismo en pequeños dibujos y grabados, que en sus murales o en esplendidos temples-óleos que inevitablemente nos vuelven a llevar a pensar en Rembrandt y la influencia que éste con su técnica gráfica y pictórica tuvo sobre Vlady, quien no se cansaba de
intentar igualar los logros del artista holandés, con quien compartió la constante de autorretratarse desde su juventud hasta la madurez.
(Centro Vlady)